¿Cocina de Gas Natural? Te contamos cómo instalarla

Instalar una cocina de gas en casa en un principio puede parecer un proceso complicado. Pero si seguimos unas medidas básicas de seguridad, es posible llevar a cabo la instalación de gas natural en tu cocina sin demasiadas complicaciones.  

¿Cuáles son las ventajas de instalar gas natural en tu cocina? 

Las placas de gas tienen algunas ventajas respecto a las eléctricas. Se calientan más rápidamente y además suelen suponer un ahorro de energía ya que el gas habitualmente es más barato que la electricidad. 

Al instalar gas en nuestra cocina nos acercamos más a cocinar al ‘estilo tradicional’, ya que el fuego de las placas de gas admite cocinar con todo tipo de recipientes: cazuelas de barro, ollas de hierro fundido, sartenes, etc. 

Por otra parte, tener una placa de gas en tu cocina no significa que renunciar al diseño y la elegancia. Hoy en día podemos encontrar en el mercado acabados en acero inoxidable de alta calidad o en cristal templado o vitrocerámico tintado de color negro son ejemplos de que es posible tener una placa de gas en tu cocina con un diseño muy bonito y moderno. 

También hay que tener en cuenta que las parrillas son lavables en el lavavajillas, lo que facilita enormemente la limpieza de este tipo de placas de gas. 

Instalación de placa de gas en la cocina 

Una vez que ya tenemos claras las principales ventajas de las placas de gas, vamos a darte una serie de consejos para instalar tu placa de gas y comenzar a disfrutar de esta forma de cocinar tan tradicional sabrosa y económica. 

El primer factor a tener en cuenta para instalar una placa de gas es su tamaño. Debe ser de la misma magnitud que el hueco que tengas en tu encimera ya que, de lo contrario, deberás realizar un nuevo hueco en la cocina, lo que siempre dificultará y alargará la instalación. También hay que cerciorarse de que la conexión del gas que tengamos instalada sirve para la nueva placa. 

Antes de manipular la instalación del gas debes bajar los plomos y desconectar la llave del gas, aplicando teflón en la manguera del gas que saldrá de la pared de la cocina. Esto es vital para evitar accidentes. Después será el momento de retirar la placa vieja. Para ello recomendamos desconectar también la luz de la cocina. Después, quita la placa antigua y suelta las conexiones de los fuegos y las pinzas de sujeción al mueble. Seguidamente, ajusta las pinzas a la placa, atornillándolas por debajo. 

Después, restablece las conexiones y, luego, desembala la nueva placa de gas, colócala en el hueco y atorníllala al mueble. 

En este punto es necesario asegurarse de que no hay fugas de gas. Para ello, podemos untar las conexiones, los empalmes y el tubo con un poco de agua con jabón, abrir la llave del gas y escuchar si se produce algún silbido, si hay olor o si surgen burbujas de jabón de la manguera, las conexiones o los empalmes. Si ocurre alguna de estas anomalías, será necesario cerrar las válvulas, cambiar el tubo y, después, volver a comprobar que no haya fugas. 

Cuando te hayas asegurado al 100% de que no hay fugas será el momento de verificar que los fogones funcionan correctamente, conectar nuevamente la electricidad (si es preciso), abrir la válvula y comprobar que todo funciona correctamente. 

Siguiendo todas las instrucciones que te hemos dejado en este post no deberías tener ningún problema para instalar una placa de gas en tu cocina.