¿Cuándo hay que cambiar de caldera?

Las caldera es un artículo fundamental para proporcionar calefacción y agua caliente dentro de un hogar. Pueden funcionar casi con cualquier tipo de combustible, aunque las más comunes son las calderas de gas. Esto se debe a que el gas natural ofrece múltiples ventajas, como son su bajo precio y su continuo suministro. Una vez instalada, es necesario tener presente cuando hay que cambiar de caldera. 

Momentos para cambiar la caldera 

1.Cuando la caldera da continuos fallos: Es la razón más común para proceder a su cambio. Si tienes un aparato que está dando continuos fallos y la garantía ha expirado, es momento de cambiar de caldera. Aunque en ocasiones, las averías pueden solucionarse sin necesitar el cambio, tendremos que valorar cual es el fallo y el coste de su arreglo. 

2.Cuando tiene muchos años: La vida de una caldera suele rondar entre 10 y 20 años. El Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE) recomienda sustituir la caldera cuando esta alcance los 15 años. Esto se debe a que con los años, los materiales se deterioran y, por tanto, su rendimiento baja. 

3.Cambio en el sistema de calefacción: hay ocasiones en las que decidimos cambiar el sistema de radiadores convencionales por otros de baja temperatura o por suelo radiante. Este cambio nos obliga a estudiar si es necesario cambiar la caldera, ya que no todas son compatibles con estos sistemas.  

4.Usuarios que quieren cambiar a gas natural: cambiar de caldera cuando la red de distribución de gas natural llega a tu zona es algo muy común, ya que ahora puedes instalar gas natural y disfrutar de todas sus ventajas. 

Muchas calderas de propano y butano pueden adaptarse al gas natural mediante un kit de transformación. En este caso no sería necesario realizar el cambio, sino acudir a un técnico para que realice la transformación. 

¿Qué calderas están permitidas?  

Debido a la preocupación general por el cuidado del medio ambiente, cada vez son más las normativas que regulan el uso de aparatos que producen emisiones contaminantes. En España empezaron a tomarse medidas en el año 2013. Y son las siguientes: 

Normativas sobre calderas de gas 

Modificaciones RITE 2013: se prohíbe la instalación de calderas atmosféricas. Únicamente se pueden instalar calderas de condensación o de bajo NOx (de clase 5 en ambos casos), es decir, con emisiones de NOx menores a 70 mg/kWh. 

Directiva europea de Ecodiseño (ErP) 2015 : establece unos requisitos de eficiencia superiores al 86% en calderas de menos de 70 kW y un ruido máximo de 60 dB. 

Directiva europea de Ecodiseño (ErP) 2018 : las calderas de gas deben tener unas emisiones menores a 56 mg/kWh (nox clase 6) y si son calderas de combustible líquido, emisiones inferiores a 120 mg/kWh. 

Estas normativas hacen que, en el ámbito de las calderas de gas, únicamente se puedan instalar calderas de bajo NOx de clase 6 y calderas de condensación.

Calderas de condensación: Una de sus ventajas, es que reducen las emisiones, además disponen de una tecnología que permite aprovechar el calor que contiene el humo, ese calor, con el resto de calderas se desperdicia. Este economizador hace que el rendimiento de este tipo de caldera sea superior al 100% y que el consumo se vea reducido en hasta un 30%. 

Calderas de bajo NOx: En este caso se trata de calderas estancas que, debido a una mejora en su sistema de combustión, reducen los niveles de dióxido de nitrógeno y óxido nítrico. 

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